La
discriminación de los pueblos originarios
¿Un problema pasado o actual?
La población indígena en Chile es
evidentemente una gran minoría, y
lamentablemente, lo son también las personas que saben de ellas y que las
respetan. En nuestro país, que busca siempre los modelos occidentales
estadounidenses, en que la gente lo llama “la nueva Europa”, poco nos importa
la cultura originaria y esto se ha manifestado durante mucho tiempo en diversos
actos discriminatorios contra estos grupos étnicos. ¿Por qué este es un
problema? No sólo porque la discriminación es injusta, poco ética, y dañina en
sí, sino porque además la identidad e idiosincrasia chilenas se alejan cada vez
más de su desconocido origen, y sin embargo, debiera ser este el más
importante.
![]() |
Familia Araucana |
El chileno olvida o peor, ignora
quienes fueron los primeros habitantes, los que
hicieron de este país en algún momento de nuestra pequeña historia un lugar
mágico, y obedece más bien al español que derramó sangre sobre nuestra olvidada
tierra.
Desde hace miles de años que el territorio actual de Chile, al igual que gran parte de América ha estado habitado por diversas agrupaciones humanas, que serán llamados pueblos originarios.
Estos grupos de personas vivían fundamentalmente de
la caza y la recolección, y con el paso del tiempo se fueron sedentarizando, formando
diversas culturas y religiones. Estos pueblos lograron poblar nuestro país
desde el extremo norte, hasta Tierra del Fuego, todos ellos completamente
diferentes y especiales. Y todos han sido igualmente discriminados en distintos
aspectos en nuestro país.
A pesar de que la cultura de estos
grupos resulta muy interesante, no es valorada por los chilenos hoy en día. Los
pueblos originarios de Chile han sido desde un principio despojados de sus
pertenencias, de sus familias. Desde la llegada del hombre “más fuerte”, quien
llegó un día a alterar esta calma y paz en la que vivían los pueblos… a imponer
sus propias creencias y leyes, y a apoderarse de sus amadas tierras y riquezas.
Muchos pueblos fueron aplastados y se desvanecieron sin piedad, disminuyendo la
población indígena no sólo por la guerra, sino por las terribles enfermedades
traídas por los españoles que causarían la muerte de muchos. Sin embargo, en
otras partes los pueblos lograron luchar por mantenerse y no ser sometidos a la
sincretización; como fue el espíritu libertario y luchador de los mapuches, los
que resistieron durante casi tres siglos la dominación española.
Pero, ¿Cómo
está la situación ahora?, ¿Cómo pueden vivir estos pueblos tranquilos si son discriminados
y usurpados a donde quiera que van?. ¿Es culpa de los españoles por
instaurarnos ellos el odio injustificado, o culpa del mestizo por imitar al
extranjero sin cuestión?
Al principio, el saqueo y los destrozos fueron ejecutados en nombre del Dios de los cielos. Pero ahora, se cumplen en nombre de otro Dios, uno mucha más materialista y egoísta, más tacaño y frío...se cumplen en nombre del Dios del Progreso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario