lunes, 13 de octubre de 2014

La cultura olvidada de los pueblos originarios...


La discriminación de los pueblos originarios
¿Un problema pasado o actual?


La población indígena en Chile es evidentemente una gran minoría, y lamentablemente, lo son también las personas que saben de ellas y que las respetan. En nuestro país, que busca siempre los modelos occidentales estadounidenses, en que la gente lo llama “la nueva Europa”, poco nos importa la cultura originaria y esto se ha manifestado durante mucho tiempo en diversos actos discriminatorios contra estos grupos étnicos. ¿Por qué este es un problema? No sólo porque la discriminación es injusta, poco ética, y dañina en sí, sino porque además la identidad e idiosincrasia chilenas se alejan cada vez más de su desconocido origen, y sin embargo, debiera ser este el más importante.




Familia Araucana

El chileno olvida o peor, ignora quienes fueron los primeros habitantes, los que hicieron de este país en algún momento de nuestra pequeña historia un lugar mágico, y obedece más bien al español que derramó sangre sobre nuestra olvidada tierra.



Desde hace miles de años que el territorio actual de Chile, al igual que gran parte de América ha estado habitado por diversas agrupaciones humanas, que serán llamados pueblos originarios. 

Estos grupos de personas vivían fundamentalmente de la caza y la recolección, y con el paso del tiempo se fueron sedentarizando, formando diversas culturas y religiones. Estos pueblos lograron poblar nuestro país desde el extremo norte, hasta Tierra del Fuego, todos ellos completamente diferentes y especiales. Y todos han sido igualmente discriminados en distintos aspectos en nuestro país.

A pesar de que la cultura de estos grupos resulta muy interesante, no es valorada por los chilenos hoy en día. Los pueblos originarios de Chile han sido desde un principio despojados de sus pertenencias, de sus familias. Desde la llegada del hombre “más fuerte”, quien llegó un día a alterar esta calma y paz en la que vivían los pueblos… a imponer sus propias creencias y leyes, y a apoderarse de sus amadas tierras y riquezas. Muchos pueblos fueron aplastados y se desvanecieron sin piedad, disminuyendo la población indígena no sólo por la guerra, sino por las terribles enfermedades traídas por los españoles que causarían la muerte de muchos. Sin embargo, en otras partes los pueblos lograron luchar por mantenerse y no ser sometidos a la sincretización; como fue el espíritu libertario y luchador de los mapuches, los que resistieron durante casi tres siglos la dominación española.

Pero, ¿Cómo está la situación ahora?, ¿Cómo pueden vivir estos pueblos tranquilos si son discriminados y usurpados a donde quiera que van?. ¿Es culpa de los españoles por instaurarnos ellos el odio injustificado, o culpa del mestizo por imitar al extranjero sin cuestión?


Al principio, el saqueo y los destrozos fueron ejecutados en nombre del Dios de los cielos. Pero ahora, se cumplen en nombre de otro Dios, uno mucha más materialista y egoísta, más tacaño y frío...se cumplen en nombre del Dios del Progreso.
Mapuche, Atacameño y Rapa Nui


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